CONOCE AL ARTISTA QUE IMPRIME SU ARTE EN LAS PIELES A TRAVÉS DEL ESTILO BLACKWORK, EN SANTA COLOMA. BCN
Hoy nos adentramos en el universo tattoo con Jose Boscan, un exponente del Blackwork en Barcelona quien, en esta entrevista, nos descubre toda la cultura y los códigos más clásicos de la profesión más underground: los tatuadores.
Quédate con nosotros y descubre cómo un arquitecto venezolano acaba dedicándose apasionadamente al tatuaje en una ciudad cosmopolita como Barcelona, cuna del arte europeo. Hoy entrevistamos al tatuador @boskn_, residente en el estudio de tatuaje @underskintattoosantaco
Gracias por darnos esta oportunidad de conocerte más allá de tu Instagram y poder conocer esta cultura del tatuaje y del estilo blackwork de barcelona, eres alguien que lleva años al pie del cañón. Como siempre nos gustaría empezar la entrevista del mes dándote carta libre para que te presentes y sepamos quién hay detrás de @boskn_
¡Genial! Me llamo Jose Boscan, tengo 36 años. Soy de Venezuela y hace unos 7 años que me dedico a tatuar. Y bueno, mi trayectoria con la expresión artística se remonta a mis años de colegio, dónde empecé a darme cuenta de que se me daban
muy bien las asignaturas con componentes creativos y plásticos. Ya de adulto, esta vena artística se materializó con la carrera de arquitectura y con hobbies como la carpintería o el tatuaje.
Entonces tu trayectoria es de lo más variopinta; entre la carrera de arquitectura, la carpintería y los tatuajes, nos surge una duda inevitable: ¿cómo acaba un arquitecto dedicándose a hacer tatuajes?
En realidad se trata de una evolución bastante orgánica. O por lo menos yo lo he vivido así. Al acabar la carrera me involucré en un gran proyecto de arquitectura industrial el cual me superó en muchos niveles ya que las responsabilidades eran demasiadas para un arquitecto amateur. En ese momento necesitaba encontrar alguna vía de escape para aliviar el estrés y relajarme. Empecé a buscar cosas que
me gustaran y que, por supuesto, estuvieran relacionadas con el arte. Entonces descubrí la carpintería y los tatuajes.
Estos hobbies empezaron a volverse muy importantes en mi vida, sobre todo los tatuajes. De repente empecé a tener clientes y a ganar dinero tatuando. En seguida me di cuenta que no solo me encantaba tatuar, sino que era una profesión con la que podía ganarme la vida y que me permitía ser dueño de mis horarios. Tenía libertad.
Y por si eso fuera poco, el tatuaje también me dio la posibilidad de cumplir otro de mis sueños: viajar.
Entonces, inevitablemente, poniendo en una balanza la arquitectura y ser tatuador nómada, ganó esta segunda opción. Así que dejé mi trabajo, y me dediqué muchos años a viajar y a tatuar.
«Por supuesto que ser tatuador tiene algunas contras, pero sinceramente yo veo muy pocas»
Escuchando tu experiencia parece que ser tatuador solo tiene ventajas. ¿Podrías sentarnos un poco los pies en la tierra y contarnos algunos de los contras de trabajar como tatuador?
Por supuesto que ser tatuador tiene algunas contras, pero sinceramente yo veo muy pocas. Aunque también soy consciente que eso tiene que ver más con mi forma de plantearme y ver la vida, que con la realidad. Es decir, yo casi siempre veo situaciones de las que aprender o en las que tomar decisiones, no suelo ver contras.
Llevo siete años siguiendo un proceso infinito de aprendizaje, porque aprendo de absolutamente todo. Por ejemplo, en mi experiencia tatuando en Brasil me encontré que había un fuerte monopolio de marcas que me hicieron imposible encontrar materiales concretos de otras marcas con las que yo estaba familiarizado. Ahí tuve que adaptarme y aprender a utilizar otro tipo de materiales que de otra forma seguramente nunca hubiese ni probado. En Argentina también, por cuestiones de importación, había materiales que no encontraba y de
nuevo tuve que adaptar mi servicio a las marcas que estaban disponibles. Y en Barcelona, como experto en blackwork, por ejemplo, me encontré con un entorno mucho más regulado en el que para trabajar necesitaba sacarme titulaciones, pagar más impuestos, etc.
En fin, todo los aprendizajes que me han llevado hasta donde estoy ahora y no me puedo quejar.
Sin duda, la adaptación es una cuestión de supervivencia básica. Así que, sin duda como estrategia, es la ganadora. Hablemos ahora de tu arte y de cómo se construye a lo largo de estos años. En tu Instagram vemos un estilo muy marcado. ¿Cómo llegas
a este? ¿Cómo lo definirías?
Mi estilo es Blackwork, que es un estilo muy demandado en barcelona y en el que solo se utiliza tinta negra para crear diferentes texturas, efectos o sombras. Y en mi caso, llegué a este estilo y me quedé con él por una cuestión de gusto. Ya que, aunque me gustan los tatuajes a color, personalmente el
resultado no cumple con mis expectativas porque nunca acaban siendo como me las había imaginado. Todo lo contrario que con el blackwork.

En siete años como tatuador de blackwork y ya aquí en Barcelona, te habrá dado tiempo de hacer muchísimos tatuajes. ¿Tienes alguno que recuerdes con un cariño especial?
Han sido muchos tatuajes que he hecho en barcelona con este estilo «el blackwork», muchas historias personales y únicas que podría contar ya que las recuerdo con mucho cariño. Pero por elegir una, puedo hablar del caso de una clienta que vino con la intención de cubrir una quemadura que tenía en la piel. Esta quemadura no era grave pero durante muchos años le había impedido ir tranquila a la playa y llevar bikini. Cuando acabamos de hacerle el tatuaje empezó a llorar de ver cómo ese complejo se había convertido en una composición floral que la empoderaba y la hacía sentir orgullosa. Otro tatuaje muy importante para mi es uno que tiene mi novia en el brazo, ya que fue el tatuaje con el que encontré finalmente mi estilo. Al verlo me gustó tanto que decidí que así serían el resto de mis tatuajes.
¡Qué increíble! Seguro que detrás de cada tatuaje hay una historia única, o por lo menos así debería ser ¿no? Ahora hay un boom de tatuajes en el que vemos que se están rompiendo muchas de las barreras que anteriormente habían sobre este tema
¿Qué opinión te merece el hecho de que ahora todo el mundo se tatue y se normalicen, por ejemplo, los tatuajes en la cara?
Me parece estupendo que ahora se hayan roto tantas barreras en cuanto a la cultura del tatuaje y que las personas se sientan libres de tatuarse lo que quieran y dónde quieran. Aun así, personalmente me preocupa que se violen algunos de los códigos que tradicionalmente el colectivo de tatuadores manteníamos por cuestiones de lógica y de ética. Estos 7 años que he vivido desde dentro la cultura del tatuaje, he aprendido que existen, como en cualquier profesión unas normas o unos acuerdos del colectivo. Por ejemplo, tradicionalmente la zona de las manos, la cara o el cuello han sido zonas que se han mantenido intactas. De hecho, se decía que esas zonas debían ganarse. Es decir, cuando ya te has hecho muchos tatuajes, cuando ya sabes muy bien qué significan los tatuajes y ya te has tatuado prácticamente todo el cuerpo, solo entonces puedes pasar a esas zonas.
Pero más allá del hecho de limitar la libertad de una persona, lo que no veo que sea correcto es que si eres demasiado joven, tatuarte en esas zonas puede limitarte en el mercado laboral, porque no podemos negar que seguimos en una sociedad en la que todavía hay empresas que no van a contratar a una persona que tenga tatuajes.
Por eso, en mi caso, si tengo un cliente de, por ejemplo, 17 años que nunca se ha hecho un tatuaje y quiere que el primero, o uno de los primeros sea en la mano, cuello o cara; yo intentaré convencerlo de que no lo haga. Primero por la inexperiencia en el mundo del tatuaje y segundo por la edad. A esa edad tampoco tienes mucha experiencia en el mundo laboral, y esa es una puerta que se te puede cerrar si tomas malas decisiones con los tatuajes.
Claro, la profesión del tatuador también tiene su deontología que también se debe tener en cuenta. Seguro que muchos futuros tatuadores están esperando un último consejo de alguien que ha hecho de su pasión una forma de trabajar, ¿Qué les dirías a esos amantes de los shaders que quieren dedicarse a tatuar?
Bueno, muy relacionado con lo anterior, solo les diría que respeten la cultura del tatuador, y los códigos no escritos que se aceptan por toda la comunidad. Además es importante aprender a honrar esta profesión como se merece, es decir, no hacerlo solo por dinero sino encontrar la pasión y el respeto necesario.
¿Existen muchos códigos no escritos importantes que los nuevos tatuadores deberían saber?
Si claro, muchos son simplemente de sentido común, ética y de respeto por la profesión. Por ejemplo, uno muy importante es no copiar el diseño de otros artistas. Hoy en día es muy complicado no utilizar las redes para promocionar la profesión, aunque eso es un arma de doble filo porque también te pueden copiar. Por eso, es importante que el resto de colegas de profesión respeten estos límites.
Genial, muchas gracias José por este tiempo en el que te hemos podido conocer mejor a ti como especialista del blackwork aquí, en Barcelona. Has hecho que nos adentremos a fondo en el mundo del tatuaje
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